viernes, 26 de septiembre de 2025

 



EL VERANO DE CERVANTES, Antonio Muñoz Molina



I. Este puede ser mi particular año cervantino. Sin yo buscarlo, todo ha ido confluyendo en torno a ese dechado de entusiasmo permanente, de bondad, de ilusiones, de despropósitos, de sabiduría, que supone para mí la figura de don Quijote. Podría afirmar lo mismo del padre de esta maravillosa criatura de ficción, Miguel de Cervantes, pero a este, con tanta “reinterpretación”, no lo conozco tan bien como sospechaba y quisiera, carencia que podría subsanar si tuviera el tiempo necesario para leer los magníficos libros de Santiago Muñoz Machado, José Manuel Lucía Megías,  Jean Canavaggio, Andrés Trapiello o Jordi Gracia, por citar solo a los unos pocos eximios cervantistas.


Aunque me propuse a principios de año leer la obra cumbre del autor, a fecha de hoy solo he leído algunos capítulos elegidos casi al azar; he concluido el “ensayo libérrimo” de Antonio Muñoz Molina, El verano de Cervantes, un libro al que, al final de este comentario, dedicaré unas palabras; he corregido, una vez más, mi novela Tejoqui y Chavalicu, que es algo así como mi particular guiño juvenil al Quijote, con una acción que se sitúa en Elche, la ciudad de la palmeras; y, por último, espero ver próximamente El cautivo, de Alejandro Amenábar, una película en la que, a tenor de lo leído, el director plantea la condición homosexual que pudo experimentar Cervantes como consecuencia del período de cautiverio que sufrió/gozó en Argel. Esto se llama sinécdoque, que para quienes gustan de la retórica viene ser algo así como atribuir a una parte –si es que existiere– el valor del todo.


Esta perspectiva del cineasta, así como las muchísimas interpretaciones de todo tipo que a través de los siglos ha suscitado la lectura del Quijote, no añade ni resta valor a esta inconmensurable obra,  cuyas páginas inmarcesibles sostienen el honor de haber creado el canon del género narrativo.

II. Y al El verano de Cervantes de Antonio Muñoz Molina –uno de mis escritores preferidos–, podríamos dedicarles páginas y páginas, pero quiero centrarme en los tres aspectos que, a mi juicio, sobresalen. Por un lado, una buena parte de los capítulos rememoran, con el tono de una escritura memorialista, su descubrimiento del Quijote y del poder transformador que la lectura tuvo durante su infancia en Úbeda, en un lugar que a la sazón no difería mucho del mundo rural que se plasma en el Quijote. Y quizá sea esta rememoración el enfoque que más me convence y gusta. Por otro lado, hay capítulos que son la expresión del presente del autor, quien a modo de diario (p. 229), analiza sus reiterados encuentros con la magna obra y comenta cualquier aspecto que surja al hilo de su razonamiento; en este sentido, resulta interesante conocer su opinión sobre los libros y autores que lo fueron haciendo lector y escritor (pp. 96-97). Y hay también una tercera perspectiva, centrada en la importancia de la obra como origen de un género, lo que permite conocer cierta condición “profesoral” de A. Muñoz Molina; así, conocemos las diversas interpretaciones que a lo largo de la historia se han producido, la influencia que la obra cervantina tuvo en otros grandes escritores (Proust, Mann, Menville, etc.) y algunos comentarios sobre cuestiones estilísticas que, a juicio del autor, son meritorias.


Pero si hay algo que sigue gustándome de la producción de Antonio Muñoz Molina es esa fluidez que posee su prosa de largas subordinadas, que brota como si lo hiciera de manantial sereno, aunque  en contadas ocasiones se percibe –en esta obra que nos ocupa– al escritor sabio que puede, sin querer, quedar preso de su estilo (p. 246).


Es imposible resumir y comentar con acierto la totalidad de esta gran obra a la que, a mi juicio, le habría venido bien un cedazo para cribar párrafos que se alargan y cuya supresión habría hecho más corta la obra y tal vez más grata su lectura. En cualquier caso, agradezco que A. Muñoz Molina entregue, como quien comparte una regalo, un libro en el que no solo demuestra que es un gran escritor y conocedor del mundo cervantino, sino en el que queda patente que el Quijote es una obra en la que ha trabajado de manera intermitente durante mucho tiempo.


III. Y ya que estamos en este año tan cervantino no puedo evitar un apunte autobiográfico y compartir mi descubrimiento del Quijote. Como suelen afirmar casi todos los que se dedican a esto de la “literatura”, en mi casa tampoco había muchos libros, y menos mal que para paliar esta carencia existían la mini biblioteca del colegio y algunos libro de Enid Blyton, que me regaló mi abuelo el día de mi primera comunión. En casa solo había una magna Biblia, un libro titulado Un joven de porvenir, del que solía hablarme mi padre, y un Quijote de tapas rojas y letra muy pequeña, apenas legible en algunas zonas por una defectuosa impresión, con ilustraciones de Gustavo Doré. Pero ese no fue mi primer Quijote. La primera vez que lo leí fue en mi instituto de León y en su magnífica biblioteca. La verdad es que no era obligatorio leerlo entero. Contábamos con la aprobación del profesor para saltarnos aquellos capítulos que nos resultaran un poco incomprensibles. Lejos de imponernos el Quijote, el profesor señalaba los capítulos de obligada lectura, pero nos invitaba a leer la obra en su totalidad. Yo no tuve más remedio que acogerme a la lectura parcial, pues el 3º de BUP de entonces era un curso muy exigente.


Después lo leí de un tirón y con toda la atención de la que fui capaz el verano previo a iniciar los estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Alicante. Y desde entonces, lo he releído en su totalidad tres veces; he vuelto a leer muchos capítulos como consecuencia de labor docente; y he creado un personaje quijotes al que he bautizado con el nombre de Tejoqui (que es Quijote al revés, además de un cartero amante de la lectura que mientras reparte cartas lee los nombres de las calles y se traslada a otras épocas para contar la historia de Elche). Quiero decir que la obra cervantina es también uno de los pilares de mi condición de lector y de escritor aficionado, una obra por la que siento una grandísima admiración.

jueves, 31 de julio de 2025


ACTO DE ENTREGA DEL  

PRIMER PREMIO DEL XVII CERTAMEN DE NARRATIVA CORTA (PINOSO) 2025




sábado, 21 de enero de 2023

 

ACTO DE ENTREGA DEL 58 CONCURSO RADIOFÓNICO
DE CUENTOS NAVIDEÑOS
NAVIDAD 2022
CADENA SER RADIO ELCHE
 
 

 
 
El pasado viernes 20 de enero tuve el honor de recoger el Tercer Premio en el Certamen de Cuentos Navideños que organiza la Cadena Ser de Elche, emisora a la que doy las gracias por organizar este concurso que contribuye a mantener vivas muchas vocaciones literarias.
El acto fue muy entrañable por muchos motivos: porque mi cuento “Dar y darse” obtuvo el Tercer Premio en la categoría de adulto; porque coincidí con personas que aprecio en esa emisora; y porque se dio la hermosa coincidencia de que mi alumna, Aitana Martín Córcoles, lograra el Primer Premio en el categoría infantil. Hago público lo que expresé en el acto: Aitana es un excelente alumna, que se merece este reconocimiento. Gracias.

 

lunes, 29 de agosto de 2022

 

XX Premio de Poesía Carmen Merchán Cornello 2022

 



 

El pasado 16 de agosto mi libro "Todo claro" fue distinguido con el XX Premio de Poesía Carmen Merchán Cornello, en Cazalla de la Sierra (Sevilla). Fue un inmenso honor participar en un acto tan entrañable, rodeado de personas amantes de la poesía y la literatura. También tuve la fortuna de conocer a algunos poetas (Eduardo Merino, Francisco Caro, Antonio Parrón, Práxedes Ortiz) y a una poeta (Lola Franco), personas que desde este instante sitúo en el mapa de mis afectos. Muchas gracias a la familia Carmen Merchán Cornello, a la Asociación homónima y al Ayuntamiento por mantener vivo este maravilloso certamen literario. 

viernes, 12 de febrero de 2021

 

 

XXVI CERTAMEN DE

CARTAS DE AMOR DE BARAKALDO


 

Mi carta titulada "El fuego de la vida" obtuvo el 2º accésit


En el siguiente enlace podéis leerla:

 

https://www.youtube.com/watch?v=dfuEyyN__Nw&feature=youtu.be

 

domingo, 2 de diciembre de 2018




PRIMER PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA 
"VILLA DE COX" POR EL POEMARIO 
LA VIDA EN ÁMBAR (2019)



ACCÉSIT DEL CERTAMEN POÉTICO CASAS REGIONALES DE ALCOBENDAS (2019) CON EL POEMA

LUZ EN LAS VÍAS

  JULIÁN MONTESINOS RUIZ
GANA EL XIV PREMIO DE POESÍA
“LUIS LÓPEZ ANGLADA” 2018









JULIÁN MONTESINOS RUIZ
GANA EL XIV PREMIO DE POESÍA
“LUIS LÓPEZ ANGLADA” 2018

Este año el galardón del XIV Premio Internacional de Poesía Luis López Anglada de Burgohondo (Ávila), dotado con 1.000 euros ha recaído en D. Julián Montesinos Ruiz, por su poemario “FRAGMENTOS DE UNA VIDA INACABADA”.
         Así lo ha acordado por mayoría el jurado de este galardón en Burgohondo, bajo la presidencia de honor del Alcalde de Burgohondo, D. Juan José Carvajal Martín, compuesto por los poetas D. José María Muñoz Quirós, D. Carlos Fernández Aganzo, D. José Pulido Navas, D. Teodoro Rubio Martín y D. Roberto Rodríguez Gutiérrez, y actuando como secretaria Dª Mónica Muñoz Muñoz.
         Este año la cantidad de los trabajos presentados se ha acercado a los 600, procedentes de muchos países. Tras seleccionar cinco finalistas, al final eligieron el trabajo de D. Julián Montesinos Ruiz, “porque recoge muy bien la tradición española y la trae a la modernidad, con un lenguaje muy elegíaco, destacando que es un poema de gran sutileza y mucha sabiduría poética”, según han explicado los poetas miembros del jurado.

Hasta aquí la nota de prensa. Aprovecho la ocasión para trasladar al Ayuntamiento de Burgohondo y a todas las personas que hacen posible este certamen mi agradecimiento por la atención recibida. No se trata de un premio cualquiera, es una FIESTA DE LA POESÍA, en la que todo un pueblo participa, pues se leen los poemas de los ganadores, versos del poeta don Luis López Anglada, los vecinos pueden también recitar sus composiciones, y algunos niños participan con la lectura de poemas infantiles.

         También quiero felicitar al ganador de la edición juvenil, don Luis García Vela, por su poema ‘Alguien llama a la puerta’. Sus poesías contienen poderosas imágenes que emocionan. 




………


JULIÁN MONTESINOS RUIZ
GANA EL 2º PREMIO DE LA XX edición del PREMIO DE
NARRATIVA GÉMENIS de ASPE 2018




El escritor alicantino afincado en Elche ha obtenido el segundo premio de Narrativa Breve Géminis 2018 convocado por el Ayuntamiento de Aspe con su cuento EL ÚLTIMO ENCUENTRO.
  En la fotografía su hijo Julián, María, su novia, y su hijo Juan Diego. Un honor que estuviera ellos allí.


jueves, 29 de marzo de 2018



Marzo de 2018

El poeta JULIÁN MONTESINOS RUIZ gana el XXV PREMIO NACIONAL DE POESÍA DE LA HERMANDAD DE COFRADÍAS


Un jurado, presido por Antonio Colinas, lo decidió por unanimidad en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca)



El XXV Premio Nacional de Poesía de la Hermandad de Cofradías ya tiene dueños. Ha sido la ardua deliberación del experto jurado compuesto por el poeta Antonio Colinas, en la Presidencia, junto a José María Muñoz Quirós, Alfredo Pérez Alencart, Roberto Rodríguez y Chony Mulas del Castillo, quienes se reunían durante la tarde de este sábado para elegir a los dos premiados de la edición de 2018.
      Dotado con 1500 euros, el jurado concedía el primer premio de manera unánime a Julián Montesinos Ruiz, por su serie de poemas. Natural de Alicante aunque reside en Elche, es Doctor en Filología Hispánica, profesor de Secundaria en Legua y Literatura y tiene en su haber una obra variada, entre poesía, cuento y narración, además de tener dos novelas publicadas en blogs, entre otras publicaciones. De la obra ganadora, el jurado afirma que “tiene un lirismo muy tenue, firme, con expresiones realistas y mucho sentimiento”.
       El accésit de este año, dotado con 600 euros, ha recaído en la obra ‘Como si pieles propias’ de Manuel Laespada Vizcaíno. Natural de Albacete, el escritor ha conseguido varios y prestigiosos premios de poesía, contando con un centenar de libros publicados hasta el momento. De la poesía elegida afirman que “es un texto valioso, sincero y acorde con el lema”.
       El jurado ha destacado el gran nivel y la calidad de las obras presentadas al concurso este año, que cumple 25 años, señalando que las once propuestas seleccionadas entre el total de las finalistas, que serán editadas por la organización, han surgido de manos realmente importantes ya que, tal y como apuntan, “el nivel de los autores pone de manifiesto la gran importancia de este concurso a nivel nacional, capaz de atraer la atención de escritores de primer nivel”.
      Entre los últimos ganadores figuran poetas de la talla de Ben Clark, Ramón Bascuñana, Jorge del Arco o Yose Álvarez-Mesa, entre otros.